miércoles, 2 de diciembre de 2015

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Las cosas me comienzan a doler más de lo habitual. Los viejos sentimientos nuevamente se apoderan de mi ser, y los problemas vuelven a nacer.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

#17

¿Babi? Mñhn.

Espero que no estés demasiado aburrido aquí ni mucho menos estresado por el juego, ah. Quería hacer algo realmente bonito /o el intento dé/ para que sea un recuerdo que no te puedas sacar de la cabeza, y veas el esfuerzo que hago con cada cosita hecha a tu nombre; aunque en este momento estoy muriendo de vergüenza y de intriga por saber si no estás como cansado o prefieres que te diga las cosas así directamente sin tanto rodeo, TT.

Solía escribir muchas cosas tristes aquí, o más bien los temores que sentía en relación a lo nuestro, a nuestro amor y los errores que ambos en conjunto hemos cometido con el pasar del tiempo. Si no me equivoco este 28 de noviembre se cumplirán 10 meses desde que nos conocemos y no podría estar más ansioso por eso, hagamos algo grande, ¿mh? ㅋ. 
Sé que por tu cabeza aún te preguntas si lo nuestro realmente funcionará esta vez y creo que en la mía también pero me aferro al "sí". No sé como estarán las cosas en tu corazón o en tu mente, pero en la mía, ugh, en la mía, Bobby, aún te veo como la persona de la que me enamoré perdidamente al comienzo del año. Aún no puedo decepcionarme o rendirme cuando se trata de ti, porque siempre quiero y tengo la esperanza de que estaremos felices y creo que esta vez está dando resultado, ¿estoy equivocado? No lo sé, pero en mi cabeza inmadura y torpe creo que sí.

Una vez dijiste que te sorprendía que aún no te dejara de amar, y a mí también me sorprende que a pesar de todo te siga viendo como mi tesoro, como la persona que quiero tener a mi lado no importa qué, no importa a cuantas personas deba dejar atrás, sólo importa el estar contigo por el día, la tarde y la noche: siempre tú. Primero, segundo, tercero y cuarto tú. No quiero dejar de amarte aunque me vea el idiota más grande del mundo, no quiero dejar de sonreír para ti y sólo para ti. No quiero besar a nadie más que no seas tú, ni mucho menos acercarme a alguien que no seas tú. Así que tampoco me sueltes, tampoco te rindas en lo nuestro, no mires a otras personas como me miras a mí, mírame a los ojos y busca mis virtudes, mi ternura, mi torpeza, aquello que te enamoró en un comienzo y enamórate nuevamente, una y otra vez para que jamás me vayas a olvidar. Confía en mí que mi corazón sólo responde a un nombre. Sigue conmigo cuanto dure la eternidad, toma mi mano y no la sueltes pero nunca jamás.

No son palabrerías, no lo digo por decir, ni por ser extremista. Quiero estar a tu lado siempre. Y quiero decirte que... cuchitu. Esa es la clave. Muacks.


lunes, 2 de noviembre de 2015

#16

He logrado darme cuenta que a la gente le parezco lindo.

Que siguen pensando que me merezco el cielo y la tierra, pero no lo creo. Ni tampoco me importa que piensen eso.

Ayer leí algo. JiWon-ah, ¿eres completamente suyo ya?

domingo, 1 de noviembre de 2015

#15

Te extraño. No es novedad.

#14

1:56 a.m.


Creo que ha pasado muchísimo tiempo desde que no escribo algo para mí mismo, algún texto que me sirva como soporte emocional y de consuelo para aquellos días donde no existe más que tristeza y decepción en mi interior, días en los que siento que mi paciencia por fin se va a colmar por las injusticias en mi contra, días en los que temo que su partida sea un hecho y no sólo una vaga e imposible imaginación de mi parte. Si bien, he de admitir que desde hace meses que su partida era algo que se esperaba a largo plazo, estaba bien lejos de llegar a hacerme la idea de que finalmente el día arribaría a nuestras vidas (¿o más bien a la mía?) Recuerdo haber dicho alguna vez que a lo único que me aferraba era a sus sentimientos, ¿por qué? Una pregunta que quizás a estas alturas llega a ser graciosa, pero el hecho de que confiaba en que sería siempre yo el que estaría en sus pensamientos y el dueño de sus sentimientos estaba, el que fuese mi persona, mi ser y mi esencia lo que lo embargaba por completo cada noche, cada día, a cada minuto. 

Tal parece que confíe mucho en ello, tal parece que esperé que sus sentimientos siempre estuviesen unidos a los míos. Incluso me atrevía a decir que ponía las manos al fuego por tales sentires que ahora no son nada en su nueva “relación”.



Ah… JiWon-ah, ¿piensas en mí? 

miércoles, 28 de octubre de 2015

#13

2:30 a.m.

Escribo porque estoy sorprendido y no creo que la persona que hizo eso sea yo mismo.

Estoy sorprendido porque he sido yo quien escapó primero, quien cerró algo y dijo adiós sin rogar y rogar, una y otra vez por otra nueva oportunidad, por un tiempo más para amarnos, para besarnos y para sentirnos nuestros. ¿Me dejé llevar por el orgullo o es que simplemente me di por vencido? Sea cual sea la opción, me arrepiento. Pero no hay marcha atrás. El pensamiento de querer hacerme valer por un momento arribó tan pronto cuando me dijo que nuevamente quería estar a su lado /nuevamente/, lo calco para que nunca se me olvide y para que cuando lo lea y lo re lea se quede en la cabeza que no fue la primera vez que lo eligió, sino que la segunda. 

No sé qué hago escribiendo en este preciso momento puesto que las palabras no quieren salir de mi boca y más bien, se quieren quedar alojadas en lo más profundo de mi corazón junto con todo lo vivido minutos atrás; sellados bajo llaves y llaves para que el dolor vaya disminuyendo y la confianza que una vez tuve vuelva a desarrollarse a sus anchas. 

martes, 27 de octubre de 2015

#12

 Odio no saber cómo voy a sentirme la próxima vez que te vayas. Odio echarte de menos cuando aún estás conmigo. Odio sentir que te necesito tanto que desequilibras la parte más sana e independiente de mí mismo. Odio tanto que te vayas… que descubro que eres lo que más he querido en la vida.
Me besas como si fuera el último de nuestras vidas. Me abrazas como si me protegieras de la peor catástrofe del mundo, cuando no te das cuenta que tú lo eres. Me miras como si penetrando mi alma consiguieras que, una parte de ti, se quedase en mi durante tu propia ausencia, y adivina, lo logras. Odio tanto que te vayas…


Odio tanto que te vayas… que descubro que no es que odie las despedidas, sino que lo que más odio, es que sea la nuestra.